Historia del Barrio Las Delicias Poptún, Petén, Guatemala

La Comunidad de Las Delicias, Poptún, Petén fue fundada en enero de 1949.

La colonia agrícola nacional (PCAN) estaba en su mero apogeo desde 1,946, esta había sido fundada en el gobierno del Doctor Juan José Arévalo Bermejo. Al noroeste de la naciente colonia agrícola se extendía una hermosa y exuberante llanura con inmensidad de pinos, que daban el toque de frescura en esa región. A escasos 4 kilómetros de Poptún era una llanura que se tenía que pasar por fuerza cuando vereda abajo se iba a Machaquilá, tomando el caminito abajo del puente La Joya.

A esa referida llanura llegó a principios de 1,949, el señor Acisclo Orrego, hombre emprendedor y deseoso de hacer de estas tierras su lugar de adopción. En ese tiempo llovía mucho, solo hacía un mes de verano, cuando eran dos meses era mucho y todo este lugar eran grandes selvas, habían de todo tipo de animales merodeando por todas partes, era imparable el canto de las aves y aquel gran ruido de las grandes pinadas. Muy pronto se instaló en un rancho,  en lo que era y sigue siendo el centro del caserío. El referido señor Orrego, había llegado a ese lugar procedente  del chol Baja Verapaz. Viene al Petén  a una comisión militar quedando así encantado  de sus  bosques y de su fresco y encantador clima. En septiembre del mismo año se trae a su familia partiendo del chol hacia la capital de la ciudad de Guatemala en un camión con toda su familia, de la capital hacia Puerto Barrios  en un tren, y de Puerto Barrios para Poptún en Avión, pagando en ese entonces Q.5.00  por cada uno. A  Él le gustaba mucho la crianza de gallinas, gallos, pavos, cerdos etc.  Pero antes de llegar a construir su rancho en el lugar apuntado, él había llegado a Poptún en el año 1,948, y trabajando amistad con don Próspero Castellanos, (don posh), quien bondadosamente le había dado posada en un rancho de su propiedad en terreno del barrio conocido ahora como Junogüits, a escaso kilómetro y medio de Poptún, ahí vivía en forma temporal Don Acisclo Orrego, que un día de tantos vio pasar a un hombre que conducía una manada de cerdos con mucha dificultad, por la gran cantidad de animales. Este hombre le pidió ayuda a Don Acisclo para conducir esos animales más allá de Machaquilá, por lo cual este último le acompañó gustosamente dirigiéndose por las veredas que pasan debajo de la Colonia Militar, pues la actual carretera que conduce a Machaquilá e interior del departamento no se había construido.

Al ir arrastrando aquella cantidad de cerdos el dueño de los animales en un momento oportuno le dijo a don Acisclo que lo esperara  pues iba a traer agua, en las cercanías en la que el referido señor le causó este asombro y cierto gusto  creyendo oportuno poner disimuladamente una seña para regresar después  a buscar esa preciosa fuente de agua. Al día siguiente regresó  ya solo don Acisclo, comprobando que efectivamente había un cristalino riachuelo con abundante agua. Este inesperado hecho según don Acisclo, lo inspiró Dios, a que en las cercanías construyera un rancho, lo cual lo hizo en el mes de febrero de 1,949 en el lugar ya referido, casi un año después de este suceso. (Ese riachuelo es el que aún se encuentra hoy  pero en menor dimensión donde doña Chenta (mama chenta), en ese entonces el arrollo estaba rodeado de bosque, libremente se podía nadar beber de su deliciosa agua,  y el ranchito estaba en lo que hoy es propiedad de Rafa Reyes, por lo tanto la calle principal o camino era la que pasa enfrente).

Desde luego el señor Orrego se fue a su tierra y trajo a su esposa e hijos: Guadalupe e Isabel, ambos solteros. Así como a Siriaca y Candelaria Reyes, ambas casadas ahora con Genobebo y Apolinario Orrego(+) respectivamente. Se cree que el fundador de ese caserío el señor Orrego, viajó a su aldea Los Jobos, y pondero allá la bondad de estas tierras, por lo que se vinieron gran cantidad de campesinos. La segunda familia que llegó a esas llanuras fue el hogar del señor Francisco García, Tránsito, Juana, la tercera familia que llegó  fue la formada por  don Lorenzo Arriaza y su esposa Isaura Oliva, así como por sus hijos Víctor, Efraín, Jesús, todos de apellido Arriaza.

Cuarta familia la formaba don Toribio Córdova y su esposa Epifanía Ortiz quienes llegaron sin hijos, este hogar vivía actualmente en Ixcoxol, don Victoriano Ordoñez Velásquez, y su esposa doña Juana Gálvez Milian, acompañados de sus respectivos hijos, Guadalupe, Aparicio, Miguel Ángel y Cirila de apellidos Ordoñez, ocupan la quinta familia. Según nos refiere don Victoriano quien es conocido como Don Tollino, llegó al caserío un 2 de febrero de 1,965, dos días después llegaron los Veliz formada por León, Cornelio y Blas.

Buscando el oriente del caserío cierta compañía de petróleo hizo construir una bonita casa de amachimbre, donde vivían muchos empleados de esa compañía. Cerca de esta casa se construyeron muchos ranchos pertenecientes a las familias Pedro Palencia, Calixto Cáceres y un señor de nombre Telésforo. En los inicios de la fundación de ese caserío frente a la salida de esa comunidad, construyó Armando Gálvez un rancho, a orillas de la carretera, que conduce ahora a Machaquilá.

La Iglesia Católica era un ranchito, ya que en ese entonces no habían muchos habitantes y estaba ubicada en el predio que hoy es de la escuela.

El nombre de ese caserío le fue puesto por el propio fundador señor Acisclo Orrego, en 1,952. Este nombre fue puesto rápidamente y en forma anecdótica. Ocurrió porque en ese año, una mañana les estaba dando de comer a todos sus animalitos cuando enfrente de su casa pasaran unos gringos y le preguntaron que como se llamaba ese lugar y el les contestó que aun no sabía, entonces ellos le dijeron que le pusieran “LAS DELICIAS”,  ya que el aire de los pinos y las sombras de los árboles eran una delicia. El señor Orrego algo picado salió de su rancho y con parsimonia se levantó el ala del sombrero y viendo las inmensas llanuras y sintiendo el clima fresco de 20 grados centígrados dijo: este lugar se le llamará “Las Delicias”. Los  gringos apuntaron el nombre y de grandes zancadas salieron del caserío.  Fue desde entonces que se le conoció  con ese nombre, que en la actualidad es el mismo.

Agradecimientos a:

Ciriaca Orrego (Doña Yaca-En paz descanse) hija del fundador Acisclo Orrego Batres, por su fina colaboración en la preparación de este material, al contarnos  la historia del nacimiento de este lindo barrio.

Un sincero agradecimiento a todas las personas que de forma incondicional contribuyeron brindando información valiosísima, para la redacción de este material. Gracias.